En el mundo de los negocios, cuando hablamos de trabajo en equipo, nos referimos a la suma de muchas partes que, juntas, crean algo mucho más grande que cada una por separado.
Esto, como ya lo he mencionado anteriormente, hace referencia a que…
Cuando hablamos de un equipo, no nos referimos únicamente a la figura del líder ni a los miembros por separado. Un equipo es la interdependencia armoniosa entre el líder y sus miembros, donde cada uno tiene un rol fundamental y todos se potencian mutuamente.
Imagina un equipo de fútbol. Hay jugadores que defienden, otros que atacan, y cada uno tiene su misión clara. En un equipo de trabajo organizacional, ocurre algo muy similar, cada uno tiene su papel.
Ahora bien, existen roles que son positivos y elevan el rendimiento del equipo, mientras que otros pueden ser tóxicos y generar conflictos. Pero, ¿sabes con exactitud cuáles son los roles en un equipo de trabajo que puedes encontrar en tu organización?
En este post, te contamos qué son los roles en un equipo de trabajo, cómo identificarlos, cómo gestionarlos y las mejores prácticas para que tu equipo alcance su máximo potencial.
¿Qué son los roles en un equipo de trabajo?
Antes de profundizar en los tipos de roles en un equipo de trabajo, es importante entender qué son. Básicamente, son los diferentes papeles o funciones que cada persona asume dentro del equipo.
Estos roles pueden estar claramente definidos desde un principio, como un líder o un coordinador de proyectos, o pueden emerger de manera más natural, como un motivador o un pacificador.
Además, existen otros roles dentro de la coordinación de las acciones del equipo que a menudo se desconocen. Cuando estos roles no se ocupan, el equipo puede enfrentar despilfarros, incumplimientos y retrabajos, lo que afecta la eficiencia y los resultados.
Entender estos diferentes papeles que juega cada persona es esencial para cualquier líder que busque constituir un equipo cohesionado y eficaz. Cuando cada persona conoce su rol y lo cumple, se reduce la posibilidad de conflictos y se mejora la productividad.
Tipos de roles en un equipo de trabajo
En una organización y dentro de cada equipo coexisten diferentes roles que se clasifican por diversos criterios que van desde el cargo que ocupa la persona, hasta la posición que asume en determinado momento, mediada por las circunstancias o por su propia personalidad. A continuación, repasamos algunos de los roles más importantes en un equipo de trabajo:
Roles externos (por puesto de trabajo)
Los roles externos son aquellos definidos por la estructura formal de la organización. Se asignan según el puesto de trabajo y vienen con responsabilidades específicas. Estos pueden ser:
- Líder del equipo: Es el capitán del barco. El líder del equipo no solo dirige y guía, sino que también inspira y motiva al equipo para alcanzar los objetivos comunes. Es quien toma las decisiones cruciales y asegura que todos estén alineados.
- Coordinador de proyectos: Este rol es como el motor que mantiene todo en marcha. El coordinador de proyectos se encarga de planificar, organizar y asegurarse de que todo se ejecute según lo planeado. Es la persona que sabe exactamente en qué etapa está cada tarea.
- Especialista técnico: Es el experto en su área. El especialista técnico aporta conocimientos profundos y específicos que son significativos para el éxito del proyecto. Si hay un problema técnico, él o ella es la persona a la que todos recurren.
Roles internos (dentro de la coordinación de equipos)
Mientras que los roles externos son asignados formalmente, hay algunos que suelen emerger de manera natural de la dinámica del equipo y otros que también necesitan ser aprendidos. En las siguientes líneas te mostramos dos de los roles más importantes en este sentido:
- Cliente efectivo: Este rol es fundamental, pero muchas veces subestimado. Un cliente efectivo es quien hace pedidos claros, define expectativas y realiza un seguimiento constante de los avances. Además, se compromete al cumplimiento de las entregas y a mantener una comunicación abierta y precisa. Sin un cliente efectivo, los equipos pueden perder el rumbo y desperdiciar recursos valiosos.
- Ejecutor efectivo: Por otro lado, el ejecutor efectivo es quien escucha atentamente las solicitudes del cliente, responde con precisión a los compromisos y se asegura de cumplir con las entregas en los plazos. Además, informa sobre posibles interrupciones y pide ayuda al cliente si es necesario.
¿Quién ocupa el rol de cliente y de ejecutor en un equipo?
Cualquier persona, incluido el líder, puede ocupar estos roles. Comprender esta dinámica y asumir el papel adecuado es clave en la coordinación de acciones efectivas. Por ejemplo, habrá momentos en que el equipo le haga pedidos al líder, y él asumirá el rol de ejecutor. Mientras que, en otras circunstancias, el líder asume el rol de cliente al hacer un pedido a alguien de su equipo.
Muchas veces se confunden los roles y puede observarse en las organizaciones un gran desperdicio cuando se mezcla el rol del líder con el del ejecutor efectivo, ya que existe la creencia de que al líder no se le pueden hacer pedidos y que, por ende, no participa ni ocupa dicho rol. Esto deja fuera del juego a una pieza importante del equipo.
Pero estos no son los únicos tipos de roles internos que puedes encontrar en tu empresa. Dentro de la coordinación de los equipos, también existen otros roles que necesitan emerger poco a poco y son necesarios para el buen funcionamiento.
- Optimizador de tiempos: Hace consciente al equipo de forma regular del tiempo que ha transcurrido y del tiempo que queda. Permite que el equipo ajuste el ritmo en cada una de las secuencias de tiempo de trabajo asignado. El tiempo de la reunión pertenece al equipo y, por tanto, es este quien decide cómo gestionarlo.
- Organizador (To Do): Registra y refleja las acciones y decisiones tomadas por el equipo. Se encarga de anotar de forma clara, medible y con plazos bien definidos los compromisos a realizar. Hace las preguntas “qué, quién, cómo, cuándo”. Apunta quién es el “responsable” elegido para el seguimiento de la decisión acordada.
- Catalizador de decisiones: Presiona para que las decisiones queden plasmadas de forma concreta y asiste a quien registra las acciones en el acta. Además, provoca, acelera y ayuda a clarificar las decisiones que se van tomando durante la reunión y está atento a las diferentes opciones que van apareciendo, asistiendo al equipo a poner foco y concluir. Se asegura de que la decisión final cuente con la validación explícita del líder y hace preguntas determinantes del estilo: “¿Hemos llegado a una decisión?” “¿Podemos reformular lo dicho para aterrizar más?” “¡Estamos cambiando de tema sin haber tomado una decisión!”
- Moderador (Líder): Favorece y garantiza que la comunicación sea fluida durante toda la reunión. Se asegura de que todos tengan su espacio para intervenir, expresar su voz y de que se mantenga la energía en el equipo. Se ocupa de que el equipo se mantenga concentrado en el tema previsto y se coloca en un lugar en el que tenga una referencia visual de todo el equipo en acción.
Roles internos espontáneos
Estos roles emergen de manera natural y no siempre son evidentes desde el principio, pero juegan un papel crucial en la dinámica del equipo.
- El Animador: Este miembro del equipo siempre sabe cómo romper el hielo y mantener el ambiente ligero y agradable. Su humor y actitud positiva son contagiosos y ayudan a reducir el estrés.
- El Apoyador: El apoyador es el alma del equipo. Siempre está ahí para ofrecer una mano amiga, ya sea emocional o profesionalmente. Su empatía y disposición para ayudar hacen que todos se sientan valorados y apoyados.
- El Innovador: Siempre está buscando maneras de hacer las cosas de manera diferente y mejor. Su creatividad y pensamiento fuera de la caja pueden llevar al equipo a nuevas alturas.
Roles positivos en un equipo de trabajo
Existen otros roles positivos que no he mencionado anteriormente y que no podía dejar pasar por alto, pues también contribuyen al éxito y bienestar del grupo.
- El Mentor: Esta persona es una guía para los demás. Comparte su experiencia y conocimientos, ayudando a otros a crecer y desarrollarse.
- El Colaborador: Siempre está dispuesto a trabajar en equipo, priorizando los objetivos del grupo sobre los intereses personales.
- El Mediador: El mediador ayuda a resolver conflictos y mantener la paz dentro del equipo. Su capacidad para escuchar y negociar es invaluable.
- El Planificador: Siempre está pensando en el futuro, anticipando necesidades y desafíos. Su capacidad para prever y planificar asegura que el equipo siempre esté un paso adelante.
Roles tóxicos
No todos los roles son positivos, y es importante estar consciente de los roles tóxicos en un equipo de trabajo que pueden sabotear la dinámica del equipo.
- El Negativo: Esta persona siempre ve el lado oscuro de las cosas. Su pesimismo puede ser contagioso y bajar la moral del equipo rápidamente.
- El Dominante: El dominante intenta controlar todo, desde las decisiones hasta las discusiones. Este comportamiento puede sofocar la creatividad y desalentar la participación de los demás.
- El Pasivo: La persona pasiva no asume responsabilidades y evita comprometerse con el trabajo del equipo. Esto puede generar frustración en los otros miembros que tienen que asumir más carga.
- El Chismoso: Este miembro del equipo siembra discordia al difundir rumores y malentendidos. Su comportamiento erosiona la confianza y crea un ambiente de trabajo tenso.
¿Cómo asignar roles en un equipo de trabajo?
Asignar roles puede ser un desafío, pero es fundamental para el éxito del equipo. Aquí algunos consejos prácticos para hacerlo de manera efectiva:
- Conoce a tu equipo: Antes de asignar roles, tómate tu tiempo para observar, entender y desarrollar las habilidades, fortalezas y preferencias de cada miembro. Realiza evaluaciones y escucha sus opiniones.
- Define claramente los roles: Asegúrate de que cada miembro del equipo entienda sus responsabilidades y expectativas. Esto reduce la confusión y ayuda a que todos trabajen de manera más eficiente.
- Fomenta la participación: Involucra a tu equipo en la asignación de roles. Cuando los miembros tienen voz en el proceso, es más probable que se sientan comprometidos y motivados.
- Sé flexible: A medida que el equipo y el proyecto avanza, puede ser necesario ajustar los roles. Permite que tu equipo evolucione y ocupe nuevos roles según las necesidades de crecimiento.
- Maneja los roles tóxicos: Si notas comportamientos negativos, abordar de inmediato. Generar una conversación temprana puede evitar que estos roles afecten gravemente la dinámica del equipo.
- Reconoce los roles positivos en un equipo de trabajo: No olvides reconocer y celebrar los roles que contribuyen positivamente al equipo. El reconocimiento regular motiva a todos a seguir dando lo mejor de sí.
¿Recuerdas el equipo de fútbol que imaginaste al inicio?
En un equipo, cada jugador tiene un rol específico, desde el delantero que busca anotar goles hasta el defensa que protege la portería. Cuando todos juegan en armonía, el equipo puede conseguir grandes victorias. De la misma manera, en un equipo de trabajo, entender y gestionar los roles es esencial para el éxito de todos.
Cada miembro tiene una función que desempeñar, y cuando todos colaboran eficientemente, el resultado puede ser extraordinario. Sin embargo, al igual que en un equipo de fútbol, es importante estar atentos a aquellos jugadores que no contribuyen positivamente. Detectar y manejar las conversaciones a tiempo es crucial para evitar el desgaste emocional y la pérdida del rendimiento del equipo.
Para ello, es preciso aprender a identificar y asumir de forma efectiva los diferentes roles; así podrás crear un entorno donde cada persona se sienta valorada y motivada. Esto no solo mejorará la productividad, sino que también fortalecerá la cohesión del equipo, convirtiéndolo en una unidad verdaderamente imparable.
Así que, ¿estás listo para afinar los roles en tu equipo?
¡El éxito para constituir a tu equipo está a solo un paso de distancia!