Saltar al contenido
habilidades de trabajo en equipo

Habilidades de trabajo en equipo: ¿Cuáles son y cómo fomentarlas?

En el entorno empresarial actual, las habilidades de trabajo en equipo son esenciales.  

A menudo, los equipos enfrentan desafíos como la falta de comunicación, descoordinación, conflictos, y baja productividad; problemas que pueden obstaculizar el desempeño y afectar negativamente los resultados.

Y todo parte, en primer lugar, de una concepción errónea del significado de la palabra ‘’equipo’’ y de todo lo que implica. Sabes, esto provoca que tengamos una idea equivocada de cuáles son las habilidades necesarias para constituir y desarrollar equipos. 

Por ello, en este artículo te contamos qué es un equipo, según nuestra concepción, cuáles son las competencias claves para conformar y gestionar un equipo, así como los principales obstáculos y quiebres que estos grupos enfrentan. 

¿Qué es realmente un equipo? 

El sentido común nos dice que un equipo es simplemente un grupo de personas que interactúan para lograr objetivos particulares. Sin embargo, a lo largo de mi experiencia trabajando en equipo y en procesos de transformación organizacional, he aprendido que no basta con juntarnos como individuos y llamarnos “equipo”. 

Un verdadero equipo trasciende la mera suma de sus partes; es una entidad en sí misma, con una identidad, propósito y dinámica únicos.

Cuando hablamos de un equipo, no nos referimos únicamente a la figura del líder ni a los miembros por separado. Un equipo es la interdependencia armoniosa entre el líder y sus miembros, donde cada uno tiene un rol fundamental y todos se potencian mutuamente. 

Un líder sin equipo es solo un individuo, y un grupo sin líder es solo una reunión de personas. Por lo tanto, el liderazgo y la colaboración son dos caras de la misma moneda en la construcción de un equipo sólido.

Los equipos se constituyen alrededor de un propósito común, una visión compartida que todos los miembros abrazan y trabajan para alcanzar. Este propósito es el eje central que unifica y guía las acciones del equipo. 

Dentro de esta estructura, hay ciertas prácticas y competencias esenciales que el equipo debe desarrollar de forma colectiva. 

Y esto es precisamente lo que veremos en la siguiente sección. Pero antes, veamos cuál es el papel del líder en este contexto. 

El rol del Liderazgo en equipos efectivos 

Antes de identificar las habilidades de trabajo en equipo necesarias para alcanzar objetivos comunes, es esencial analizar el papel de los líderes en la creación y desarrollo de equipos.

Muchos líderes desean tener equipos de alto desempeño, autónomos, resilientes y responsables. Sin embargo, es frecuente que estos directivos pongan dicho deseo fuera de sí mismos, esperando que el equipo aprenda a mejorar sin su involucramiento activo.

Por ello, es necesario aprender a hacer equipo juntos: el líder y el equipo.

De esta forma, proponemos una nueva comprensión del liderazgo que se basa en la capacidad de crear equipos a través de cultivar las conversaciones correctas en los momentos precisos.

gestión del trabajo en equipo

¿Cuáles son las habilidades de trabajo en equipo que aumentan su efectividad? 

En cada una de las etapas de desarrollo de un equipo es preciso contar con las competencias clave que: 

  • Facilitan la cohesión del grupo. 
  • Fomentan las conversaciones adecuadas. 
  • Crean un ambiente de confianza mutua. 

Todos son elementos fundamentales para que el equipo alcance su máximo potencial y se adapte con éxito a los desafíos que puedan surgir.

Y te preguntarás, ¿cuáles son las fases del desarrollo de equipos y qué competencias son necesarias? 

Las cinco etapas de desarrollo de equipo son: formación, conflicto, normalización, desempeño y finalización o disolución. 

Cada una presenta desafíos y oportunidades únicas, y requiere habilidades específicas tanto del líder como de los miembros del equipo para garantizar el éxito y la cohesión del grupo. Veamos qué necesita tu equipo en cada etapa. 

Etapa 1: Formación

En la primera etapa del desarrollo de equipos, los miembros apenas empiezan a conocerse y no están seguros de cómo interactúan entre sí. Durante esta etapa, el grupo no es muy productivo, ya que todavía se están adaptando y descubriendo el papel que desempeñará cada uno de ellos en el equipo.

Es el momento en el que todos los miembros se comprometen a “jugar el mismo juego” con una misión explícita y compartida. En este sentido, las competencias y acciones necesarias incluyen: 

  • Comunicación clara: el líder debe utilizar un lenguaje simple y accesible para garantizar que todos los miembros del equipo comprendan la misión, cómo se llevará a cabo y cuál es su rol en el proceso. 
  • Orientación y apoyo constante para ayudar a los miembros a integrarse y comprender sus roles dentro del equipo.
  • Crear espacios de preguntas y respuestas para fomentar un ambiente donde los miembros del equipo se sientan cómodos haciendo preguntas sobre la misión y cómo sus roles contribuyen a ella.
  • Escucha activa para comprender mejor las perspectivas y preocupaciones de tus compañeros.
  • Empatía para facilitar la construcción de relaciones y la creación de un ambiente de confianza y respeto mutuo.

Etapa 2: Conflicto

Aquí es donde los miembros del equipo se apropian de la misión compartida y aprenden a trabajar juntos. A medida que comienzan a colaborar, suelen surgir conflictos debido a las diferencias entre personalidades o desacuerdos sobre cómo debería progresar un proyecto. Por ello es necesario contar con habilidades como: 

  • Organización y planificación para desglosar la misión en compromisos diarios y objetivos a corto plazo que cada miembro del equipo pueda abordar.
  • Responsabilidad compartida: cada miembro debe sentirse responsable no solo de sus objetivos sino también del éxito del equipo en su conjunto.
  • Ser resolutivo: estar dispuesto a adaptarse y comprometerse para encontrar soluciones comunes, creando acuerdos y prácticas estandarizadas.
  • Comunicación asertiva para mantener conversaciones con el fin de resolver preocupaciones y aprovechar oportunidades.
  • Resolución de conflictos: abordar cualquier conflicto o duda de manera abierta y honesta, buscando soluciones que fortalezcan la confianza.

Etapa 3: Normalización

En esta etapa, todo comienza a estabilizarse a medida que el equipo encuentra su ritmo. Las personas se sienten más cómodas trabajando juntas, piden ayuda para finalizar una tarea o reciben comentarios constructivos. 

Este es justo el momento donde la productividad y efectividad del equipo aumenta. Pero para que esto ocurra, es necesario: 

  • Colaboración y feedback constructivo. 
  • Normas y reglas de oro claras que regulen el funcionamiento del equipo.
  • Cumplimiento de promesas: Cada miembro tenga un rol y responsabilidades claras, se aseguren como equipo  del cumplimiento de sus promesas y consecución de los resultados.
  • Transparencia: Practicar la transparencia en la comunicación y la toma de decisiones.

Etapa 4: Desempeño

El equipo ha logrado una cohesión y todos trabajan juntos alcanzando su máximo potencial. En este sentido, el grupo sigue los flujos de trabajo establecidos y siente que está contribuyendo a un objetivo común. 

En mi experiencia como consultora, esta es la etapa ideal en el desarrollo de equipos. Pero, ¿cuáles son las habilidades necesarias para superar esta etapa con éxito?

  • Alta productividad y eficiencia para fijarse objetivos de alto desempeño y alcanzar exitosamente con los compromisos establecidos. 
  • Visión estratégica  para anticipar y  comprender los cambios del entorno y establecer su impacto a corto, mediano y largo plazo en la organización, actuar sobre posibles desafíos y oportunidades para lograr objetivos  y metas retadoras.
  • Cultura de la innovación, donde la creatividad y el aprendizaje continuo sean valorados. 
  • Brainstorming de forma regular para identificar posibles futuros escenarios y desarrollar estrategias para abordarlos.
  • Liderazgo generativo: líderes con la capacidad de potenciar el futuro de sus equipos, logrando comprometerlos en acciones que produzcan resultados que importan a todos 

Etapa 5: Finalización o Disolución

Después de que finaliza un proyecto o cuando un equipo se disuelve, las personas que han colaborado juntas pasan por un pequeño período de duelo. En esta última fase, los miembros deben centrarse principalmente en reconocer y celebrar los logros alcanzados a través de las siguientes acciones: 

  • Reflexión y evaluación del desempeño del equipo, identificando áreas de mejora. 
  • De nuevo la responsabilidad compartida, pero en este caso el objetivo es hacer que cada miembro célebre no solo de sus compromisos cumplidos, sino también el éxito del equipo en su conjunto.

En todas las etapas, es necesario generar y desarrollar habilidades de trabajo en equipo y conversaciones esenciales para asegurar el cumplimiento de los compromisos: 

  • Diseñar estados de ánimo que promuevan el éxito, abordando y transformando los estados de ánimo negativos.
  • Reconocimiento y celebración de los logros y esfuerzos de los miembros del equipo de forma regular.
  • Estrategias para manejar el estrés y la negatividad como sesiones de mindfulness, actividades de team building y acceso a recursos de bienestar

En mi carrera liderando Apsoluti y acompañando a directivos y equipos, he visto cómo la integración de estas habilidades y competencias en cada una de las fases del desarrollo de equipos, propicia la construcción y desarrollo de un equipo verdaderamente exitoso. 

Principales obstáculos y quiebres en el trabajo en equipo

Incluso en una empresa cuyos miembros están capacitados y cuentan con las habilidades de trabajo en equipo necesarias para una colaboración efectiva, pueden surgir obstáculos y conflictos. 

¿Sabes cuáles son los más importantes? Algunos ya los hemos identificado en la sección anterior. No obstante, a continuación, te contamos todo sobre otras prácticas poco efectivas que también generan quiebres en los equipos. 

Falta de comunicación

La falta de comunicación clara y efectiva es uno de los mayores obstáculos para el trabajo en equipo. Según un informe de Salesforce, el 86% de los empleados y ejecutivos citan este problema como la principal causa de fracasos en el lugar de trabajo. 

Y no me extraña, ya que esto puede generar malentendidos, duplicación de esfuerzos y frustración. Para superar este desafío, es esencial fomentar la práctica de creación de acuerdos en las fases iniciales y una cultura donde la comunicación abierta y honesta sea la norma. 

Las reuniones regulares, siempre que no interrumpan otros compromisos y el flujo de trabajo, las plataformas de comunicación digital y la formación en habilidades de comunicación, pueden marcar una gran diferencia.

Resistencia al cambio

Los miembros de tu empresa pueden sentirse incómodos con nuevas formas de trabajar o temer por su seguridad laboral. 

Para mitigar esta resistencia, es importante involucrar a todos las personas del equipo en el proceso de cambio, explicar claramente los beneficios, generar espacios seguros para el aprendizaje, esto incluye establecer acuerdos y cumplirlos.

Falta de claridad en los roles

Cuando los roles y responsabilidades no están claramente definidos, los equipos pueden enfrentar confusión y disminuir la eficiencia. Cada miembro necesita entender su papel y cómo contribuye al objetivo común. 

Para ello, es preciso establecer descripciones de roles claras y revisar regularmente las responsabilidades, asegurando que todos estén alineados y trabajando en armonía.

Problemas de coordinación

La falta de coordinación puede llevar a la duplicación de esfuerzos y a la pérdida de tiempo y recursos. Esto es frecuente en equipos grandes o dispersos geográficamente y departamentos silos. 

Para una coordinación efectiva, es necesario desarrollar la habilidad e identificar el rol que cumple dentro del ciclo de la coordinación de acciones, identificar cuando soy el que pide y cuando el que ejecuta la acción. 

Ambos necesitan conocer y comprender sus respectivas prácticas y responsabilidades, entendiendo que en diferentes momentos del ciclo los papeles pueden invertirse.

Falta de compromiso

Sin él, los proyectos se estancan y la moral del equipo puede sufrir. Para gestionar el compromiso, es importante involucrar a los miembros del equipo en la toma de decisiones y asegurarse de que todos comprenden lo que se les pide y se sientan parte del objetivo final.

trabajo en equipo

Top 3 consejos para fomentar el trabajo en equipo en tu empresa

Puede que los miembros o empleados de tu empresa cuenten con las habilidades de trabajo en equipo necesarias para propiciar una colaboración efectiva.

No obstante, aunque individualmente tengan dichas competencias, eso no garantiza que exista cohesión entre todos. Por ello, es importante que, desde la dirección, se fomenten acciones y prácticas que motiven el trabajo en equipo. 

A continuación, te comparto algunas prácticas que puedes implementar para promover un entorno colaborativo en tu empresa.

Crea una cultura de feedback constructivo

¿Cuántas veces has visto que las desviaciones no se corrigen a tiempo debido a la falta de feedback adecuado? 

Crear una cultura donde la retroalimentación sea constante y constructiva puede ayudar a los empleados a mejorar sus habilidades y a sentirse más seguros y apoyados en su entorno laboral. 

Según un informe de Zoom, el 42% de los empleados colaboran mejor cuando reciben feedback regular y constructivo. 

Fomentar la autonomía y la responsabilidad

De acuerdo con un estudio de TeamStage, el 75% de los empleados sienten mayor satisfacción en el trabajo cuando tienen autonomía y responsabilidad sobre lo que les piden.

Además, dar autonomía a los empleados hace que aumenten su compromiso y productividad. Pero, ¿cómo puedes fomentar la autonomía en tu equipo? 

Para lograr esto, primero debes empezar a identificar la falta de habilidades conversacionales que les impiden comprometerse y realizar su trabajo de manera efectiva. 

Promover una cultura de aprendizaje y apoyo también es esencial; demuestra a tu equipo que confías en sus capacidades, y anímales a asumir responsabilidades y a proponer soluciones innovadoras.

Por último, ofrece retroalimentación constructiva regularmente para ayudarles a mejorar y crecer profesionalmente, sin intervenir excesivamente en su trabajo diario.

Pide ayuda

Cada equipo tiene sus particularidades, debido a la naturaleza de las actividades que realizan y las características de sus miembros. Por ello, es probable que estos consejos generales no sean suficientes para asegurar que se desarrollen de forma exitosa en cada una de las etapas por las que transita un equipo. 

En estos casos, la ayuda de consultores especializados en ayudar a las empresas en su transformación es esencial. Dichos profesionales pueden apoyar a los equipos para que aprendan a gestionar sus compromisos de forma efectiva a través de las competencias adecuadas. 

Ahora que ya conoces cuáles son las habilidades de trabajo en equipo, ya sabes por qué es esencial mejorarlas, para cualquier organización que aspire a la excelencia. 

Por ello, es preciso que las empresas inviertan en el desarrollo de estas competencias para que puedan enfrentar con éxito los desafíos del mundo empresarial actual y asegurar un futuro próspero.¿Necesitas ayuda en este proceso? Conoce nuestro servicio de consultoría integral en el que ayudamos a las empresas a fomentar la colaboración entre equipos gracias al poder de las conversaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad