El Poder del no saber

EL PODER DEL NO SABER

Al comienzo de mi proyecto, todo lo que yo sabía era que había una solicitud para hacer algo para el mundo y comencé con un “no saber”.

He descubierto que el “no saber” me permite ser curiosa, preguntar, pedir ayuda, ver que doy pasos muy cortitos cuando no sé algo. No me puedo imaginar un mapa del proceso completo. Doy pasos cortos y concretos.

Descubro que, en ciertos momentos, cuando me imagino la magnitud del proyecto que debo hacer, entro en contracción y miedo. Mi impulso inconsciente es buscar ayuda, sin tener tan claro para qué la quiero.

También descubro que cuando la persona a quien pido ayuda tampoco lo tiene claro, entramos en un juego de exploración y de prueba, innovando y creando. Vivo en experimentación constante, la cual comparto con algunos de mis clientes, les comunico que estoy aprendiendo algo nuevo y que deseo explorar con ellos estas nuevas prácticas.

Lo que he observado con mis clientes ante el “no saber” es que les cuesta moverse, se paralizan, viven en insatisfacción y estrés permanente. Cuando se atreven a actuar desde el “no saber”, para empezar a saber, aparece el asombro y el “¿porque no lo hice antes?”.

Mis clientes no se permiten “no saber”. El “no saber” los contrae. Cuando los ascienden a un cargo nuevo, por ejemplo, no reconocen que no saben en ese nuevo cargo y se mueven desde lo que traen del cargo anterior y desde ahí dirigen. No reconocen el “no saber” de esa posición nueva, no se lo permiten, creen que no pueden actuar. Esto genera deficiencias en el nuevo rol, que impacta en su bienestar, en su equipo y también en sus resultados. 

He ayudado a mis clientes en el “no saber” a través de empezar a desarrollar nuevas habilidades en su nuevo rol, pasando de ser un ejecutor eficaz a un cliente efectivo. Los ayudo a ver que el nuevo rol requiere de nuevas prácticas, pedir ayuda y nuevas habilidades para su desempeño. Les acompaño a que se declararen dignos aprendices en su nuevo espacio y ante sus equipos y a sostener en sus cuerpos la declaración del “no sé” y “necesito a mi equipo para aprender”.

Desde el punto de vista del “no saber”, me refiero al aprender como un concepto que vincula aprendizaje y acción*. Aprender es actuar. Y no cualquier acción, sino que hablo de acciones efectivas. Un alto porcentaje de directivos y líderes se definen como gente de acción. Pero puestos a la tarea, se observa que deben reiniciar una y otra vez alguna acción por no ser efectivas las decisiones de acciones de acción definidas en su momento.

El aprendizaje también es activo por que requiere la voluntad de movernos de una zona que arbitrariamente llamamos confort a otra zona que llamaremos de expansión, cuidando de no pasar a otra zona que llamamos pánico.

Las cosas grandes son una serie de pasos pequeñitos

 

Por: Ilda Yolanda Acosta Urrego

*Tomado de Coaching, el arte de soplar brasas. Gran Aldea Editores. 2003

 

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Preparó: Yolanda Acosta Urrego

Coach MCC – Consultora especialista en Liderazgo Generativo

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